Propuestas para el parche Las Bernardas
Plaza de Las Bernardas; Plaza Palacio; Plaza del Padre Lecanda.
Cuatro historias de biodiversidad
1. Reminiscencias funcionales.
Los servicios que ofrece la ciudad a las aves son concretos, específicos y se pueden resolver de múltiples maneras. Proyectarlos no arrastra un esfuerzo constructivo enorme y son una oportunidad para plantear propuestas que puede hacer una llamada a situaciones urbanas pasadas. Por ejemplo, sobre la antigua torre del Palacio Arzobispal se ubicó un campanario ahora desaparecido (04). La creación de una silueta de madera posibilita perchas de socialización o puntos de anidamiento de cigüeñas que se unen a las atalayas existentes en el casco. Algo parecido pasa en una parte desaparecida del Palacio Arzobispal (10). Se propone la creación de un jardín público en la huella que ocupaba. De forma que este parche verde, ahora principalmente herbáceo, adquiera una nueva dimensión urbana como parque de la ciudad y estación ecosistémica, donde la vegetación diversa quiere intuir la gran construcción que allí existió.
Por último, el ámbito del aparcamiento antaño fue la huerta y jardines de una parte desaparecida delPalacio Arzobispal (09). Se propone su hibridación como jardín público. Usando en este caso pequeños, medianos y grandes arbustos que recreen aquel ámbito y lo integre con los usos públicos de la ciudad y de su fauna. Una propuesta donde las cumbreras de los muros de cercado pueden alterarse minuciosamente introduciendo pequeños orificios para albergar anidamientos o refugios diurnos (16). Así como los muros que rodean el Arzobispal se plantea de vegetación que a veces puede ser trepadora, posibilitando a las aves lugares de alimento, refugio o socialización (07).
2. Las Bernardas: Microcirugías de refuerzo.
En la actualidad la Plaza de las Bernardas es uno de los enclaves de biodiversidad del centro histórico de Alcalá. Se proponen una serie de micro intervenciones que con vegetación y mobiliario básico refuerzan la lectura espacial de la plaza y a la vez los servicios a la biodiversidad que ofrece.
Por ejemplo, en (01) se refuerza el perímetro vegetal de la plaza con la modificación de los parterres existentes, introduciendo nuevas líneas de arbustos que encierran en el centro tierra suelta. También se insertan cuatro cipreses que enmarcan la visión de la portada del convento y son un tipo de vegetación que no existen en la zona. Aumentando así los puntos de percha, display y refugio de las que disponen las aves. Por otro lado, en los parterres laterales del jardín norte se implantan árboles frutales (02) que completan la estructura del parche, posibilitando a las aves principalmente alimentación.
Bajo esta línea de refuerzo, en el centro de la plaza se instala dos pequeños puntos de agua que enfatizan las imágenes de las fachadas y las esculturas (05).
El primero forma una lámina de agua en pendiente que termina en un pequeño estanque. Su posición acentúa la vista de la portada del convento y a la vez se adapta a las necesidades de aves permitiendo su uso como bebedero o lugar de higiene. El uso de display que ya da el mirlo a la escultura central, así como las perchas de las palomas en la portada de la construcción, ayudan a los visitantes a tener una percepción arquitectónica más rica, cargada de vida. El segundo punto juega de la misma manera con una escultura secundaria ya existente, se coloca a sus pies para que, con un desplazamiento del mobiliario, su papel en la plaza sea más perceptible. En los dos casos los bebederos también aportan humedad al espacio, reduciendo la temperatura ambiente.
3. La plaza del Palacio: Una alfombra más fértil.
La plaza del Palacio es una gran cubierta verde, sin embargo, su contacto con el suelo es pobre para biodiversidad. Se propone una serie de intervenciones que enriquece la plaza y la presencia fauna.
Se plantea que los parterres elevados sobre los que se apoyan los plátanos se reacondicionen para albergar nuevos setos perimetrales que guardan igualmente franjas alternas de césped y arena suelta. Donde las aves habitualmente se refugian, alimentan o higienizan (03). También que estos lugares tengan más tipos de flora y un lugar estratégico donde dejar restos de poda o mantenimiento para potenciar la presencia de pequeños insectos, alimento de aves (17).
También se plantea que algunas franjas de pavimento que tienen menos uso peatonal sean suelos de junta abierta o terrizos sueltos para facilitar a las aves el acceso a alimentos que se cuelan entra juntas (08). Por último, se propone que la fuente central de la plaza se adecue a las necesidades de las especies voladoras mediante el rebaje a modo de "playa" de sus bordes posibilitando su uso como bebedero o aseo (15).
4. Plaza del Padre Lecanda: Compensaciones de cubierta.
Mientras que la plaza del Palacio es un lugar rico en perchas, en la plaza del Padre Lecanda apenas hay. Los árboles existentes sirven de alimentación a las aves y no de percha, por ello se propone que la evacuación de algunos canalones pueda deformarse en la cabeza, para que a modo de gárgolas sirvan como lugares de percha y socialización para las aves (14).
Bajo esta línea de un estrato alto más rico también se propone que los frentes de las cubiertas de teja se rehabiliten para poder albergar anidamientos de especies trogloditas ocultando los canalones en caso de ser necesario (12). Así como que las cubiertas localizadas en el entorno de estos parches ecosistémicos se equipen con tejas dobles de diferentes tamaños que son usadas por las aves para anidar (11).
