¿Cuál es la imagen colectiva de la ciudad?
Durante siglos, múltiples especies han estado conviviendo con nosotros en la ciudad sobre tejados,cubiertas, fachadas, árboles… Sin embargo, nuestra reciente atención hacia los monumentos en ocasiones ha olvidado la superposición de otras vidas más allá de la humana. La actual imagen de la ciudad se ha definido en un estado congelado, atemporal, como si esa hubiera sido la ideal, aunque nunca fuera así. La convivencia nos desafía también ante ese reto, definir una imagen colectiva para diferentes especies. Trabajar con un legado, no solo de formas y volúmenes, sino también de vida y biodiversidad.
Fomentar la colocación de enredaderas. Marcar puntos de observación de nidos de especies, implementar pavimentos con juntas abiertas posibilitando la acumulación de alimento para aves mientras se filtra el agua de lluvia. Dejar creer la vegetación espontánea.
Aprovechar las ventanas ciegas como refugios ricos en oquedades o espacios intersticiales para que las aves puedan anidar. Respetar las griegas habitadas. Incorporar vegetación que ofrezca refugio y alimentación.
Replantearse el vallado para que pueda acoger más perchas, pueda ser un lugar de recogida de agua para que se use como bebedero, pensarlos como lugar donde las enredaderas puedan crecer. Cargarlos de vida.
Transformar las fuentes para que sus bordes tengan una “playa” que permita el acceso de las aves. Enriquecer los parterres monoespecíficos a otros ricos en bayas y frutos, lugares que sirvan de refugio diurno y alimento. Plantear zonas de arena suelta que sirva de higiene para las aves.
Redescubrir las cubiertas actuales que tienen un acabado en lámina impermeabilizante para ser cubiertas vegetales, mejorando térmicamente los edificios, reduciendo el efecto isla de calor en la ciudad, convirtiéndose en una oportunidad para la proliferación de fauna y flora espontánea que sirve de alimento a las aves. Transformar la cabeza de los canalones, para que a modo de gárgolas sirvan como lugares de percha y socialización para las aves. Plantear la colocación de siluetas de construcciones pasadas como lugares donde anidar y acoger nueva vida.